Vladislav III nació en Sighisora,
Transilvania entre noviembre y diciembre de 1431. Fue príncipe de un territorio
conocido como Valaquia, en lo que hoy sería el sur de Rumania. Conocido como
Vlad Drácula, o Vlad Tepes, que se traduce del rumano como "Vlad el
empalador", sobrenombre que se ganó por su sanguinaria preferencia de
dicho método de ejecución y tortura a la hora de liquidar a todo aquel que
representara amenaza alguna u ofensa por más insignificante que fuese a su
persona o reinado.
El
empalamiento era un método de tortura similar en acción a la crucifixión, pero
consistía en introducir por el recto de la víctima un palo de dimensiones
considerables bien engrasado, cuidando de que la punta no estuviera tan afilada
y que de este modo el cuerpo se desgarrara lenta y dolorosamente, lo que se
conseguía atando los pies de la víctima de caballos que tiraban hasta que el
palo atravesaba el cuerpo. Luego era clavado en el suelo, donde se dejaba hasta
que se moría por asfixia, desangramiento, o por lo grave de las heridas, que en
el peor de los casos llegaba a prolongarse hasta una semana.
Se dice que
Vladislav III asesinó a más de cien mil personas empleando éste método de
tortura, aplicándolo por igual a hombres, mujeres y niños, sin distinguir de
jerarquías o posiciones sociales. En cambio, mientras mayor era el rango, más
alta era la estaca en la que se clavaba la víctima.
Existen además
varias leyendas, entre las que estaban que Drácula se sentaba a comer frente a
sus enemigos empalados, recolectando a veces su sangre en una copa, en la que
remojaba el pan con que comía.
Los
sanguinarios asesinatos en masa que cometió, así como sus sádicas costumbres
inspiraron a Bram Stocker para escribir su famoso libro homónimo del príncipe.
El
padre de Drácula fue conocido en vida como Vlad Dracul, cuyo título heredó a su
hijo, y que obtuvo por pertenecer a la orden del dragón, una antigua
organización que protegía al catolicismo de la cerniente amenaza musulmana
orquestada por los turcos. "Drac" se traduce del rumano como dragón,
y la letra "a" con que se diferenciaba Vladislav III del título de su
padre se entiende como "hijo de", por lo que Drácula puede ser
traducido como "hijo del Dragón", aunque en la antigua Rumania, la
gente no diferenciaba la figura del dragón del demonio del Cristianismo, por lo
que también se le conoció como "hijo del demonio".
Cuando
Vladislav III tenía 13 años fue entregado como tributo junto con su hermano al
sultán Murat II quien los crio junto a su hijo Mehmet II. Durante su estancia
en territorios Turcos, el Padre de Vlad Fue asesinado en un golpe de estado, y
con el tiempo Vlad fue apoyado por los Turcos para tomar el trono de Valaquia.
Estando
ya en el trono, Vlad congregó a todos los miembros de la nobleza en Valaquia
junto con sus familias, porque sabía que muchos de ellos habían intervenido en
el derrocamiento de su padre. Los había convocado a una cena, pidiéndoles que
llegaran con sus familias enteras y vistiendo sus mejores galas. Una vez en la cena, Vlad brindó con ellos y
ordenó empalar a los más viejos, mientras que a los jóvenes los esclavizó a
trabajos forzados de reconstrucción de uno de sus castillos, sin permitirles
que se quitaran las ropas, hasta que eventualmente con el tiempo y la
brutalidad del trabajo se volvieron harapos y se cayeron de sus cuerpos,
dejándoles desnudos hasta que murieron por agotamiento.
Siendo
Principe de Valaquia obtuvo apoyo de uno de sus primos para enfrentar a los
Turcos, lo que lo llevaría al derrocamiento de su reinado y a su huida de
Valaquia, no sin antes dejar a las afueras de Tirgoviste, la capital de
Valaquia, una grotesca y aterradora escena de decenas de miles soldados turcos
empalados, al que se le conoció como el bosque de los empalados.
Teniendo
los turcos nuevamente el poder de Valaquia, Vlad escapó a Transilvania a pedir
asilo, pero fue encerrado inmediatamente por los rumores de sus sádicas
prácticas.
No
obstante ni en el calabozo detuvo su maldad, puesto que en los años que pasó
allí cazaba ratones, los torturaba y empalaba, así como pequeñas aves que
lograba que los carceleros le compraran en los mercados.
Años
después fue liberado tras ganar la confianza y apoyo de Esteban Bathory, con el
que combatió para hacerse del trono de Valaquia nuevamente, lo cual consiguió
por un corto periodo, ya que murió bajo extrañas circunstancias de las que no
se tiene certeza. Mientras hay quienes dicen que murió traicionado por sus
propios hombres, hay quienes dicen que murió a manos de los turcos. Lo que es
cierto es que murió durante una batalla en diciembre de 1476 en Bucarest y su
cabeza fue cortada y llevada Mehmet II, quien la clavó en una estaca para
probarles a todos que Vlad el empalador había muerto.
Sus
restos fueron supuestamente sepultados bajo el púlpito en el monasterio de
Snagov, sin embargo en fechas posteriores al abrirse la tumba solo se
encontraron huesos de animales, lo que alimentó aún más la leyenda del Vampiro.
Hoy
en día en Rumania se le considera un héroe nacional por combatir la invasión
persa, a pesar que se siguen contando en las tradiciones orales el sadismo y
horror de sus asesinatos en masa, incluido uno en que supuestamente reunió a
todos los pobres y mendigos de Tirgoviste a las afueras de la ciudad, en la que
los consintió y los trató como a la nobleza, para luego incendiar la casa y
erradicar la pobreza en su reino.
Sea
quien haya sido Vlad Drácula, nada cambiará el hecho de las decenas de miles de
personas que asesinó para mantener su supuesta soberanía que nunca duró ni
siquiera lo suficiente para tratar de justificarse. A pesar que hay quienes
dicen que Vlad no era más que un hombre de su época, haciendo uso de los medios
necesarios para mantener a raya a una convulsa sociedad en un inestable mundo.
(Redacción: Armando Martínez).