Al cumplirse 20 años del magnicidio en
la colonia popular Lomas Taurinas de Tijuana, Baja California, donde
perdiera la vida el candidato del Partido Revolucionario Institucional
(PRI) a la presidencia de la República Luis Donaldo Colosio Murrieta, la
empresa de opinión “Consulta Mitofsky” propiedad de Roy Campos, realizó
una encuesta a los mexicanos sobre quién era Colosio, la forma en que
lo recuerdan y cómo murió.
Las características de un magnicidio
siempre son idénticas. Es siempre la misma dinámica. Siempre el mismo
contexto. Siempre las mismas razones: un hombre portador de un cambio,
las resistencias de los conservadores, los intereses en peligro, la mano
violenta de la criminalidad organizada de cualquier naturaleza o
especie.
El 6 de marzo de 1994, en el Monumento a
la Revolución de la Ciudad de México, el ungido candidato pronunció su
mensaje, que muchos dicen fue el que determinó que él no debería
gobernar; el pueblo priísta recibió el discurso de Colosio con una
ovación. Parecía no querer irse. Miles se acercan para intentar
estrechar la mano del candidato, para felicitarle, para agradecerle.
Como si con sus palabras hubiera sido capaz de interpretar los
sentimientos más profundos del partido, expresando completamente su
carisma Colosio ahora se encontraba en la cúspide de su carrera y de sus
potencialidades. Demasiado. Debía ser detenido.
El levantamiento hecho por Mitofsky
arrojó que siete de cada diez mexicanos recuerdan a Luis Donaldo Colosio
y quienes así lo hacen, lo recuerdan como el candidato del PRI, un
político, al que asesinaron e incluso como quien cambiaría México. Sin
embargo, en el dato correspondiente al rango de edad, los jóvenes
menores de 30 años lo recuerdan sólo en 36% de los casos y dicen
principalmente que se trataba de “un político”.
A partir de los 30 años, prácticamente
87% lo recuerda y seis de cada 10 lo ubicaron como el candidato del
Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Otro dato a destacar es que el 38% de
los mexicanos dice recordar que el 23 de marzo se conmemora el asesinato
del entonces candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, porcentajes
que suben conforme sube la edad. Asimismo, el 40% de los mexicanos
recuerdan con claridad lo que hacían hace 20 años al enterarse de la
muerte de Luis Donaldo Colosio.
Colosio siendo trasladado después del atentado. |
Entre quienes lo recuerdan, 2 de cada 3
ciudadanos opinan que si Colosio no hubiera sido asesinado, hubiera sido
un buen presidente y sólo 2% opina lo contrario.
Entre opositores al PRI, la opinión que
se tiene de Colosio es muy positiva; y por edades, a mayor edad crece el
saldo positivo. Tanto PAN como PRD , pero sobre todo los priistas,
coinciden en señalar que Colosio hubiera sido un buen Presidente.
Los tres Donaldos
“Me niego rotunda y enfáticamente a quedarme dormido, a darme por
vencido. Así me tachen de por vida de demente o inadaptado. Qué ilusos
somos todos al pensar que México necesita héroes, si lo único que le
hace falta es la atención de sus ciudadanos, o mejor quizá, unos cuantos
más de estos”, son las palabras de Luis Donaldo Colosio Riojas, que a
pesar de no llegar todavía a los 30, tiene esa determinación mezclada
con melancolía en la mirada y en las palabras. Cada vez que se le
pregunta dice lo mismo, que no participará en política “porque desde mi
trinchera puedo hacer mucho”. Ya hace 20 años que perdió a su padre con
su mismo nombre y que ahora se perpetúa en su pequeño bebé, Donaldo Jr.,
que frunce el ceño como si fuera un adulto tomando decisiones de
estado. 20 años que marcaron su existencia y la de su hermana Mariana,
“de quien tuve que ser madre y padre”, confiesa entre orgulloso y
reflexivo.
Se dedica al derecho corporativo en el
despacho Basave, Colosio, Sánchez Abogados y es catedrático
universitario. Recientemente participa con la Asociación Civil, con
fines altruistas, “Servir para todos” y siempre que se le inquiere si
podrá olvidar algún día, mueve la cabeza y musita: “no”.
Autor: ALEJANDRA RUÍZ / MARTÍN G. IGLESIAS
Fuente: Laverdaditicias.com